“El Espinazo del diablo”
es una película que integra partes que comprenden el todo del filme y que,
según sus críticos, le dan los matices de una película fascinante. Estas partes
son el terror, la situación que rodea la historia, la miseria y junto a ellas,
el amor y lo que más valoro y que ha logrado cautivarme: la poética.
Lograr que en un
orfanato exiliado y con dificultades económicas se puedan desarrollar
micro-historias de servicio, amistad y amor da cuenta de una gran producción. Algo
que es bueno resaltar de la película y de su director es el enfoque que de
alguna manera quiso darle, restarle protagonismo al terror representado en el
fantasma para dárselo a la historia que subyacía a este fenómeno.
Como película de terror probablemente decepcione a quienes busquen algo más en la línea de los thrillers característicos del género. Hay escenas aterradoras, lógicamente, pero son pocas y están muy dispersas en la película. Del Toro está menos interesado en mostrarnos el fantasma y mucho más en responder esa pregunta postulada al principio. Eventualmente, el fantasma deja de ser lo más aterrador de la película. (Sosa, 2015).
Brindarle la
oportunidad al amor, aunque no correspondido, del doctor Casares hacía Carmen;
presentar la abnegación al servicio de Conchita con los niños; y darle entradas
precisas a la poesía en momentos donde una simple lágrima pudo haberlo dicho
todo pero que sin lugar a dudas fue el corazón el que quiso hablar. Son los
momentos que constituyen el eco cautivador del filme, donde el receptor es
atrapado para entonces dar cuenta de lo que en tan pocos minutos pudo hacer
mella en su conciencia, llegándose así a convertir en un material didáctico.
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA:
Sosa, K. (2015). abc. " "El Espinazo del diablo": ¿Qué es un fantasma?". Paraguay.
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