RESEÑA

     Festín o Buenas Migas, como también se le conoce, es un corto galardonado con un Óscar que trata, según Disney, sobre “la historia de la vida amorosa de un hombre vista a través de los ojos de su mejor amigo, su perro Winston”. (Díez, 2015, s.p.). Su director es el estadounidense Patrick Osborne un animador y director de cine reconocido y de gran trayectoria.

     La historia que enmarca este cortometraje animado ha recibido muchas críticas positivas ya que según algunas de ellas “no tiene diálogo pero cuenta una historia de amor como nadie” (Silvia M., 2015, s.p.), es inquietante ver cómo alrededor de un boston terrier y su particular gusto por la comida se desenvuelve una trama bastante tierna y reflexiva. El video inicia mostrando algunos detalles del rescate de Winston quien cayó rendido a su nuevo amo gracias a su debilidad: la comida.

Osborne nos cuenta sobre su inspiración para este cortometraje: la comida. Él nos dice: “La comida de una persona difiere de cuando estás en tu primera cita y quieres apantallar, o cuando la relación se ha terminado… También hay otras ocasiones importantes como bodas, cumpleaños y fiestas que se llevan al cabo alrededor de la mesa…” Seguro que nosotros los latinoamericanos entendemos el concepto a la perfección, cuando muchas de nuestras experiencias familiares, de amistad y amorosas se centran alrededor de la comida. (Silvia M., 2015, s.p.)

     Luego de aquel rescate se van presentando otras situaciones alrededor de Winston y su tazón de comida, los huevos fritos, espaguetis, pizza y demás son remplazados por comida un poco más vegetariana a causa de una suceso muy particular: su amo se enamora. Esto parece no agradarle mucho al boston terrier y se disgusta un poco demostrándolo al dejar de comer, pasado algún tiempo nota que vuelve su comida favorita, sin embargo, también observa que su amo no es el mismo y que una gran tristeza invade su corazón, Winston entiende el porqué de aquel comportamiento y sale en busca de aquella chica que alegra el corazón de su amo intentando volver a unirlos, esto lo logra y lo acepta aunque ahora esté destinado a comer lo que no le gusta. Esta bella historia finaliza con la participación de un nuevo miembro de la familia quien con una gran sonrisa alimenta a Winston con una de sus comidas favoritas: las albóndigas.

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     En esta historia hay dos aspectos que juegan un papel fundamental no solo en los personajes del cortometraje sino también en la cotidianidad y son lo que comemos y lo que sacrificamos para beneficio del otro. Winston aquí se convierte en un prototipo de Sancho Panza, quien camina al lado de su gran caballero y pelea junto a él, come de lo que él come y lo alegra lo que a su Quijote alegra, así como tuvo Sancho Panza en algunas ocasiones que vendarle las heridas al hidalgo manchego aun sin importarle las penurias que habrían de venir más adelante, de igual forma Winston tuvo que vendarle la herida del corazón de su amo buscando la mitad que le faltaba aceptando la ramita sobre su plato que tanto le disgustaba.

     Seis minutos fueron suficientes para darle vida a una historia que será contada por mucho tiempo y que si se le observa desde una perspectiva crítica, haciendo uso de la metacognición, se podrían llegar a muchas conclusiones y todas serían factibles dentro de un marco reflexivo.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

Díez, P. (2015). "FESTÍN, EL CORTO ANIMADO DE DISNEY QUE HA GANADO UN ÓSCAR". Recuperado de: https://muhimu.es/familia/feast/

Silvia M. (2015). Disneylandia al día. "10 DATOS CURIOSOS DEL CORTOMETRAJE FESTÍN". Recuperado de: http://www.disneylandiaaldia.com/2015/02/19/10-datos-curiosos-del-cortometraje-festin/